viernes, 14 de noviembre de 2014

Señales

Hoy conocí una mariposa,
era naranja, blanca y marrón.
Mientras estaba al aire libre se posó sobre mi pecho.
Fue extraño, nos miramos a los ojos mucho tiempo
y le terminé hablando.
Descubrí que tiene un espiral en la boca.
Bueno, una especie de espiral.
Se quedó conmigo como 30 minutos.
Fue media hora que solo la miré y conversé.
Cuando se fue, vino una vaquita de San Antonio.
Y ahí entendí la mariposa, y el abejorro que se acercó y se fue al instante.
Me viniste a saludar, a cuidarme, a decirme que estoy bien.
Y que voy a estar bien.
Te extraño, mucho. Y quisiera verte otra vez.
Pero sintiendote así, es verte desde otro lado.
La razón la tiene la percepción, y el corazón.


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