domingo, 14 de septiembre de 2014

Las enredaderas que enriedan enredando lo que enrieda

Si una vez me enredé entre tus barbas y sentí que no podía caerme
Si esas veces fueron ciertas y si vos te enredaste en mi mirada
y mi cuerpo acalorado te enredó, tal vez fuimos por un segundo prisioneros de un amor
la prisión suele encontrar la liberación
Hay que mirarse un poco más adentro, cerrar los ojos y hacer silencio.
Conectarse con el cosmos de la esencia y volver.
Siempre se puede volver donde te enredaste por primera vez y sentiste que no podías caerte.
Que las noches me digan si vamos a volver a mirar las estrellas.

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