Tengo una cajita guardada
es chiquitita, chiquitita.
Guardo muchas cosas ahí adentro.
A veces la cajita se desborda
y tengo que sentarme en el piso
a sacar todo lo que tiene sin dejar nada adentro.
Hay algunas cosas que me sorprenden,
redescubro y conozco.
Elijo entonces qué sigo guardando y qué no.
Lo que ya no guardo le regalo un beso y lo corro a un lado.
Guardo todo lo demás.
No les doy besos a las demás cosas.
Hay besos que tardan en llegar y no todos los besos quieren correrse de lugar.
Tengo una cajita guardada
es chiquitita, chiquitita
mágica e infinita.
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